¡Qué imporante es vernos bien!

Es saludable hacer limpiezas de espejos cada cierto tiempo en casa y mantenerlos relucientes. A continuación explicamos por qué.

Realizar el ejercicio de mirarnos al espejo cada mañana y reconocernos es algo que pocos seres vivos tenemos el privilegio de poder hacer. Tan sólo la raza humana y algunos otros hominidos somos capaces de reconocernos y ser conscientes de ello. Aunque se siguen realizando estudios al respecto y no se puede garantizar que otros seres inteligentes de nuestro planeta no tengan parte de consciencia.

Los espejos sirven para mirarnos, y reflejan nuestro estado de ánimo. No por lo que vemos en el espejo, si no, por cómo lo interpretamos. Mirarnos todas las mañanas, vernos en el espejo y sentirnos bien es una manera muy positiva de comenzar el día. Por ello debemos taner los espejos limpios, para vernos mejor, para vernos bien y sentirnos bien.

De manera más práctica también usamos los espejos para arreglarnos, para peinarnos, pelarnos o arrglarnos la barba. Otras serie de motivos para realizar limpiezas periódicas de nuestros espejos.

Para mantener los espejos impecables y relucientes, es crucial seguir procesos adecuados de limpiezas. En primer lugar, es recomendable quitar el polvo y la suciedad superficial con un paño suave y seco para evitar rayones. Luego, se puede preparar una solución de limpieza utilizando agua tibia y un detergente suave o vinagre blanco. Aplicar esta solución sobre el espejo con un paño limpio y suave, evitando el exceso de humedad que pueda filtrarse por los bordes. Después, se debe secar el espejo con un paño de microfibra para evitar dejar marcas de agua. Es importante prestar especial atención a los bordes y esquinas para asegurarse de que no queden residuos. En el caso de manchas difíciles, se puede utilizar alcohol o un limpiador de vidrios específico. Para un brillo adicional, se puede pasar un paño seco de microfibra al finalizar la limpieza.