Tener la ropa limpia y en buen estado no depende solo del detergente o del programa de lavado. Hay detalles que muchas veces pasamos por alto y que marcan la diferencia entre una prenda que se conserva bien y otra que pierde su color, forma o suavidad. Uno de ellos es el propio cesto donde depositamos la ropa sucia, que también necesita limpiezas periódicas para evitar malos olores y acumulación de bacterias.

Desde Limpiezas Benito, empresa especializada en limpiezas en Alicante, te damos una guía práctica para cuidar tanto tu ropa como el lugar donde la almacenas antes de lavar. Aquí tienes 10 consejos útiles:

1. Separa siempre la ropa blanca de la de color. Puede parecer obvio, pero aún hoy se siguen cometiendo errores que acaban tiñendo camisas o toallas blancas.

2. Vacía los bolsillos antes de meter cualquier prenda en el cesto. Monedas, papeles o pañuelos de papel pueden generar problemas en la lavadora.

3. No dejes la ropa húmeda dentro del cesto. Si llegas del gimnasio o de la playa, deja esas prendas airearse antes de mezclarlas con el resto.

4. Usa bolsas de lavado para prendas delicadas. Sujetadores, medias o piezas con bordados durarán más tiempo si las proteges desde el cesto hasta el centrifugado.

5. Lava el propio cesto al menos una vez al mes. Puedes hacerlo con una mezcla de vinagre y agua caliente, o con un producto desinfectante suave. Déjalo secar bien antes de volver a usarlo.

6. No lo llenes en exceso. El cesto no es un armario. Si se acumula demasiada ropa sucia durante días, puede empezar a oler mal y generar humedad.

7. Ventila el cuarto de lavado o la zona donde esté el cesto. Evitarás que se concentren olores desagradables o ambientes cargados.

8. Si tienes cestos de mimbre, tela o con tapa, presta atención a que no retengan la humedad. A veces lo bonito no es lo más práctico.

9. Aprovecha para revisar si hay prendas que necesitan un prelavado o tratamiento específico (manchas de grasa, barro, sudor...).

10. Y por último, mantén el entorno limpio. Un cesto limpio en una zona sucia no sirve de mucho. El entorno también comunica cuidado y bienestar.

En Alicante el clima cálido ayuda con el secado, pero también hace que los olores se intensifiquen si no se realizan las limpiezas a tiempo. Por eso, cuidar de estos pequeños detalles no solo es una cuestión de higiene, sino de salud y durabilidad de nuestras prendas.

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